El fantasma de la crisis energetica acecha y, de seguir, el incremento de los precios del petróleo, no tardará mucho en llegar.
   buscando en la web encontre articulos como este de la página Myautomovil.com que da una serie de consejos de compra y de manejo

      Auto pequeño / motor pequeño: A la hora de comprar un auto debemos elegir el que más se acerca a nuestras necesidades reales, es decir, carrocería, cilindrada, tamaño, tipo de combustible, etc. No tiene mucho sentido comprarse un automóvil grande, de elevada cilindrada para una utilización eminentemente urbana. Pero si lo que deseas es un auto grande, estudia bien sus datos. Cada vez los fabricantes incorporan motores a sus gamas con rangos de potencia elevados y con un consumo de combustible racional. 

     Colores claros: Los colores oscuros de carrocería incrementan la temperatura en el interior del habitáculo, con el consiguiente gasto energético de aire acondicionado para reacondicionarlo. Por el contrario, los colores plata son los que repelen en mayor medida la acción de los rayos del sol. Los parasoles reflectantes para el cristal son una solución muy económica para mejorar el confort y el ahorro cuando el sol aprieta. 

     Manejo racional: El secreto de un manejo que permita ahorrar se traduce en la suavidad de manejo en general. Suavidad al acelerar, trazar, cambiar de marcha o frenar.  

     Anticipación: Manejar anticipándonos a las eventualidades del tráfico es contribuir al ahorro. Es conveniente mantener una velocidad a la que se mueve el resto de los vehículos, de forma que se genere un movimiento uniforme y constante. 

     No derrochar: Al igual que en tu casa procuras controlar los detalles para evitar que el gasto energético se incremente, en un auto deberías hacer lo mismo. Con los pequeños detalles se logran grandes soluciones. Circular con la luneta térmica encendida –que tiene un gran consumo eléctrico- penaliza el gasto. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado, las luces cuando no son necesarias, etc. Pero recuerda: No hay que olvidar que la seguridad es prioritaria. Jamás antepondremos la seguridad a la economía. ¡Si hay que gastar, se gasta! 

     La importancia del aceite: Hay algunos tipos de aceite que reducen el consumo de combustible al ofrecer una menor fricción de los componentes del motor. Siempre utilizaremos los que estén homologados y no descartaremos los recomendados por el fabricante, al menos, hasta superar el plazo de garantía.

      No manejar con soprepeso: La sobrecarga del vehículo repercute en comportamiento, seguridad y consumo. La utilización de la baca se realizará únicamente en situaciones de necesidad y deberá ser desmontada una vez terminado el servicio. Los cofres aerodinámicos son mejor solución que los remolques para llevar los objetos que no quepan enla cajuela en los largos desplazamientos. Mantenimiento casero Hay pequeñas operaciones de mantenimiento que podemos hacer nosotros mismos. Sólo hace falta un poco de voluntad y cuidado para realizarlo. El cambio de filtros de aire, bombillas, bujías, baterías, limpiaparabrisas, etc. es más sencillo de lo que parece. En un hipermercado podremos adquirirlos a bajo precio y cambiarlos en casa. No obstante, recuerda: tenemos que realizar el mantenimiento programado que indica cada fabricante. Neumáticos en buen estado Los neumáticos también son un factor decisivo en el consumo. La presión correcta y su estado de conservación son fundamentales para la seguridad y el consumo. Unos neumáticos más anchos no siempre favorecen el comportamiento. Por el contrario, perjudican al consumo de combustible. 

                                                        El manejo eficiente     la mejor manera de ahorrar combustible Categorías: Ahorro / Fuel Economy 08-05-2008 Por muchos consejos y trucos que te demos, la mejor manera de ahorrar combustible es más una actitud o comportamiento al volante que un conjunto de normas de cumplimiento obsesivo. Los expertos la denominan manejo eficiente o racional y el sentido común es la piedra angular. 
     Los entendidos en eficiencia energética aseguran que un manejo racional al volante es la mejor manera para ahorrar combustible. Según estudios, este tipo de manejo eficiente se puede traducir hasta en un 15 por ciento de ahorro. 
     Las reglas por las que se rige este tipo de conducción se sustentan, en buena medida, en el sentido común. Así, los expertos recomiendan arrancar el motor sin pisar el acelerador, cambiar a segunda tras haber recorrido unos seis metros (es decir, dos segundos después de haber insertado primera) o circular en la marcha más larga que permitan las condiciones de la vía o el tráfico. 
     Asimismo, se debe acelerar de forma ágil (inmediatamente después de haber realizado un cambio de relación) y utilizar los “saltos de marchas” –de primera a tercera o de segunda a cuarta, sin pasar por las intermedias-. 
     La velocidad de circulación debe ser lo más uniforme posible. Además, el ritmo debe moderarse cuando vayamos en la relación más alta, ya que el consumo crece exponencialmente cuanto mayor es la velocidad. En las paradas prolongadas, debe detenerse el motor. 
     Otras ventajas del manejo eficiente – 
     – La implantación de este tipo de manejo también se traduce, lógicamente, en beneficios económicos. El bolsillo de los conductores lo notará, sobre todo, ahora que el fantasma de las mayores alzas por galón de gasolina acecha. 
     – Reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera se reducen. Además, la contaminación acústica baja de 1/4 rpm a 32/2.000 rpm y el nivel de estrés en el automovilista disminuye. También favorece la seguridad y mejora el mantenimiento del vehículo (sobre todo en los apartados de motor, frenos, embrague y caja de cambios). 

     Algunas pautas para manejar eficientemente   
  
      – Iniciar la marcha de forma suave y progresiva. 
      – En fase de aceleración, cambiar de velocidad en la zona de régimen de torque máximo.
      – Mantener un ritmo lo más uniforme posible, sin bruscos acelerones ni frenazos. 
      – Circular en marchas largas a regímenes que no superen con holgura los valores de par máximo.
      – En deceleraciones, reducir de marcha lo más tarde posible para lograr el corte de inyección (en muchos modelos hay que levantar el pie del acelerador por encima de 2.000 rpm para que se produzca este efecto.
      – Manejar con previsión y anticipación para evitar maniobras bruscas innecesarias que no conducen a nada. 
      – La seguridad es lo primero. De nada sirve llevar un manejo económico hasta sus últimas consecuencias si se pone en riesgo nuestra seguridad y la de los demás. 

                         Mitos y realidades acerca del ahorro de combustible 
     En un asunto tan importante como el ahorro de combustible, las opiniones están a la orden del día. Unos piensan que es mejor ir rápido que despacio, otros siempre manejan con las ventanillas abiertas y nunca encienden el aire acondiconado, haciendo un repaso a los grandes mitos y realidades sobre el ahorro de combustible. 
     1. ¿Ventanillas abiertas o cerradas? Manejar con las ventanillas abiertas produce un incremento en el consumo en torno al 5 por ciento superior que si se llevan cerradas. Con las ventanillas cerradas y el aire acondicionado encendido el consumo aumenta del orden de un 7 por ciento, pero mejora considerablemente la comodidad, se reduce el nivel de ruido y aumenta la seguridad. Conclusión: Realmente, la incidencia del aire acondicionado sobre el consumo es relativa si la comparamos con la de las ventanillas abiertas. Así que, mejor con aire que sin él. 
     2. ¿Auto nuevo o usado? Un coche de última generación contamina un 95 por ciento menos que otro similar de hace 20 años. Los autos actuales consumen hasta un 35 por ciento menos que sus homólogos de similar cilindrada de hace 20 años. 
     3. ¿Vehículos de gasolina o vehículos Diesel? En autos equivalentes, con motores de similar potencia, las versiones Diesel logran una reducción del consumo de combustible del orden del 10 por ciento inferior. Sí es cierto, pero también lo es que el Diesel se está convirtiendo en el combustible más caro. 
     4. El catilizador, ¿es efectivo? El catalizador funciona de forma óptima a una temperatura superior a 752º F. Con el motor frío, no se alcanza ésta hasta que se han recorrido, al menos, 2.5 millas. Mientras tanto, se consume mucho más. Conclusión: para recorridos cortos, mejor caminando. 
     5. La importancia de al aerodinámica. Esta es uno de las grandes realidades desconocidas, ya que por encima de 62 mph más de la mitad de la potencia que suministra el motor se necesita para vencer la resistencia a la rodadura y al aire. De ahí que la aerodinámica sea tan importante.
      6. ¿Auto cargado o vacío? Un auto cargado con el peso máximo total admisible puede aumentar el consumo de combustible en más de un 30 por ciento. Además, de esta incidencia en contra de ahorro, su conducción resulta más difícil y peligrosa. 
     7. ¿Cuánto combustible se aprovecha? De cada 100 galones que repostamos en nuestro coche, sólo se aprovechan 25 para generar energía motriz. El resto se pierde en forma de calor por el escape y en el sistema de refrigeración. 
     8. ¿Ahorro de tiempo? Para obtener un ahorro de tiempo de unos tres minutos en un recorrido urbano de 6 millas, es necesario consumir un 50 por ciento más. Tú decides si merece la pena. 
     9. La presión de los neumáticos sí influye. Circular con un 15 por ciento menos de presión en los neumáticos aumenta el consumo aproximadamente un 3 por ciento. Además se desgastan de forma prematura y se deterioran por su parte interior. 
     10. Velocidad y consumo. El consumo aumenta de forma proporcional a la velocidad. Un auto que a 62 mph gasta 39 mpg, a 77 mph consumirá 27,67 mpg. Es decir, que se produce un sobreconsumo de combustible de más del 40 por ciento para un incremento de velocidad de sólo un 25 por ciento. 

El mayor de los mitos Pisar el acelerador en vacío un par de veces antes de apagar el motor, sólo tiene consecuencias negativas para el motor. El combustible que no llega a quemarse cae por los cilindros hasta llegar al aceite, que termina degradándose de forma prematura. 

                    Cómo frenar, adelantar y girar para ahorrar combustible 
     Al volante de un auto, cualquier acción implica consumo de combustible. Frenar, adelantar o girar son maniobras que realizamos muchas veces a lo largo del día. De cómo se efectúen dependerá en gran medida que tu auto gaste más o menos. 
     1. Frenar para ahorrar Pese a que parece una contradicción, frenar es gastar, porque implica perder inercia y requiere consumo para reanudar la marcha. 
Para practicar un manejo económico eficiente es necesario frenar lo menos posible –siempre sin poner en riesgo la seguridad, esto que quede muy claro-, por lo que intentaremos practicar una conducción con los cinco sentidos, que nos permita anticiparnos a los movimientos de los demás (si circulamos en autovía o autopista con tráfico denso y observamos que más adelante la marcha se está deteniendo, iniciaremos la reducción de velocidad con la antelación suficiente para evitar una frenada brusca, simplemente levantando el pedal del acelerador). 
     Aunque hay varias formas para lograr que el vehículo pierda velocidad: sobre los frenos, sobre la transmisión de potencia o sobre el motor, no se puede recomendar actuar siempre de una determinada forma. Ahora bien, en líneas generales y teniendo siempre en cuenta la seguridad, los frenos son el medio más eficaz para conseguirlo, ya que han sido desarrollados para tal efecto, permiten dosificar la intensidad del esfuerzo con mayor precisión, actúan sobre las cuatro ruedas y no exigen grandes esfuerzos a la mecánica. La frenada óptima se logra cuando el vehículo rueda sobre el suelo sin deslizamiento o pérdida de adherencia, en línea recta. 
     2. Adelantar para ahorrar En adelantamientos o incorporaciones a vías principales, donde es necesaria una aceleración rápida, procuraremos hacerlo en marchas más cortas, cambiando un poco antes de alcanzar el régimen de potencia máxima. Una vez alcanzada la velocidad de crucero deseada intentaremos circular de forma constante en la velocidad más larga posible. 
     3. Tomar curvas / girar para ahorrar Como decíamos al principio, girar también significa gastar. Básicamente esto se produce por dos motivos: al auto le cuesta más circular en curva que en línea recta, tanto más cuanto más cerrada sea la curva y, en segundo lugar, porque el mecanismo que mueve la dirección para girar las ruedas también absorbe parte de la energía suministrada por el motor (algunos fabricantes incorporan ya sistemas de dirección servoasistidos por mecanismos eléctricos que no restan energía directamente de la polea del cigüeñal, sino que lo hacen de la batería. 
Según afirman, estos dispositivos permiten un ahorro de combustible en torno al 8 por ciento). Está claro que hay que girar en las curvas, por lo que intentaremos trazarla lo más abierta que nos permita la carretera. 
Es decir, nos colocaremos hacia la parte exterior del inicio de la curva (punto de giro) hasta que veamos el vértice de la misma (punto de tangencia) y, una vez superado éste, abriremos la dirección suavemente, de nuevo, hacia la parte exterior (punto de salida). De esta forma lograremos describir la trayectoria con el mayor radio posible. En la práctica, lo más fácil resulta mirar hacia donde se acaba la curva, no inmediatamente delante del auto, lo que nos permitirá llevar a cabo una trazada más amplia sin girar más de lo necesario.

   CONCLUSIÓN:  Antes de públicar este artículo puse todos los consejos en práctica y llegue a la conclusión que el mejor consejo que les puedo dar para ahorrar combustible en sus vehiculos es conducir a las velocidades que establece La Ley de Transito,aunque suene pacato,se ahorra mucho y se cumplen sin mayor esfuerzo la gran mayoria de los consejos.
    Sobre las mantenciones aconsejaría hacerlas en forma periodicas tal como las recomienda el fabricante y utilizando los productos ,como aceites,que ellos recomiendan en diferentes condiciones clima y usos.