Si el principal parámetro para el control de la combustión de un Diesel viene representado por la cantidad y características del combustible inyectado, en un gasolina depende de la carga de aire en los cilindros.
 
     Así, mediante un sistema electrohidráulico –no electromecánico como los Valvetronic de BMW- los motores MultiAir prometen controlar de manera precisa la apertura, cierre y alzada de las válvulas de admisión. 

     Es decir, cuánto, cómo y cuándo se abren para permitir directamente la mejor entrada posible de aire cilindro a cilindro y ciclo a ciclo. 

     Prescinde de un árbol de levas… y de mariposa: por tanto, como los Diesel, no tiene pérdidas de bombeo. 

    Según Fiat, permite de este modo aumentar la potencia y el par a bajo régimen hasta en un 15 por ciento, reduciendo consumo en un 10 por ciento. También cumplen la nomativa Euro 5 de emisiones. 

    Para el grupo Fiat, todo son ventajas con la tecnología MultiAir: bajo coste, alta fiabilidad e incluso con versatilidad para un futuro potencial de aplicación en motores Diesel e hidrógeno. De momento, eso si, lo estrena sobre un Alfa Romeo MiTo con motor de 4 cilindros, 1,4 litros de cilindrada y tres variantes de potencia. Tanto atmosféricas como sobrealimentadas.