Luego de dos duras semanas, donde en más de alguna ocasión pensó en rendirse ante la dureza del Rally Dakar, finalmente este domingo Barry Cruces coronó con honores su primera incursión en la carrera todoterreno más dura del mundo.

     El debutante en la categoría de motos de cuatro ruedas no sólo logró completar los más de 8.000 kilómetros de competencia entre Argentina, Chile y Perú, sino que llegó a Lima con el décimo puesto de la clasificación general de la serie de Quads, y segundo entre los cuadriciclos con dos ejes motrices.

     El único penquista que terminó este Dakar fue noveno en el tramo entre Pisco y Lima, en la corta y rápida especial de 29 kilómetros, que Cruces completó sin contratiempos, antes de hacer el último enlace hasta la Plaza de Armas de la capital peruana, donde recibió el trofeo que lo acredita como uno de los pilotos que terminó la exigente carrera.

     De los 25 competidores de la serie Quads que largaron, sólo 12 lograron ver la bandera a cuadros definitiva. Eso habla de la dureza de este Dakar, pero por sobre todo el mérito de Cruces en su debut en la prueba.Además, no sólo terminó bien posicionado la competencia, sino que lo completó sin penalizaciones a lo largo de estas dos semanas.

     «Estoy muy, muy feliz. Agradezco el apoyo del team Nextel by CanAm. Sin su soporte no habría sido posible contar con una moto confiable cada día», arranca resumiendo el penquista.

     Cruces tiene múltiples motivos para estar contento con su desempeño. «Entre los quads 4×4 sólo me superó (el argentino Daniel) Mazzuco, que tiene tres Dakar en el cuerpo. Logramos buenos parciales, como cuando fuimos sextos en la undécima etapa, y completamos la carrera sin mayores problemas», agrega. Claro que el penquista también es sincero que su alegría también se debe a su persistencia para soportar el desafío que representaba cada día.

     «En más de algún momento uno se pregunta qué hace acá. Sobre la moto o en el campamento, se sufre muchísimo a ratos. Eso hace que el sabor de este resultado sea aún más grato. Es una carrera extrema pero hermosa»
, acota desde Lima, donde llegó a esperarlo su señora, Claudia, quien viajó especialmente desde Concepción para recibirlo.

     «Sabía que era una carrera muy complicada, y que la categoría quads también era especialmente dura, pero realmente es mucho peor de lo que cuentan?» afirma Cruces.

     «Hubo momentos en que pensé en retirarme. Promediando el Dakar estaba muy resfriado, sintiendo mucho malestar, a lo que se sumaba el cansancio. Todos me aconsejaron que siguiera adelante, que luego me arrepentiría. Les hice caso y hoy estoy en Lima viviendo un momento inolvidable», comenta el penquista.

     Pletórico, Cruces ya comienza en volver el próximo año, para seguir con esta aventura. ?Aunque a veces pensaba que si terminaba no viviría otro Dakar, cada instante me parece que aumentan las ganas de tener una segunda oportunidad en esta carrera?, confiesa. «La tarea era terminar el Dakar. Lo conseguimos, y de muy buena forma, con buenos parciales, siendo uno de los pocos debutantes que lograron entrar a Lima. Creo que hay motivos de sobra para estar satisfechos con la experiencia que vivimos», concluye el penquista del team Nextel-CanAm.